Pareidolia, apariencia sorprendente.
“Algo” me está mirando…, quizás sea biomorfo.
De lo que vemos y creemos reconocer:
¿Cuántas veces hemos visto algo de pasada y nos hemos vuelto para comprobar si era lo que creíamos ver?
A nivel perceptivo, existe la tendencia del ser humano a clasificar las formas accidentales captadas sobre diversas superficies o tipos de objetos para buscarles un sentido, algo que se corresponde con el modo de ser de cada una de las personas que las aprecia y que es totalmente ajeno al propio objeto.
Aunque en muchos casos, como ocurre con otras múltiples variedades de formaciones caprichosas de la naturaleza: las nubes, las propias manchas de tinta o las llamadas “pareidolias”, pueden inducir al espectador a “ver” en ella la apariencia de otras cosas: rostros o animales…, se trata de puras proyecciones de la psiquis del que mira.
¡Atentos! Biomorfo anda por ahí suelto, delante de nosotros, se camufla y ni nos damos cuenta.
“Frecuentemente el ser humano al observar un objeto, una nube o una mancha, tiende de manera inconsciente, a reconocer en estos objetos de formas caóticas, patrones asimilables a objetos conocidos. Este fenómeno es conocido como pareidolia (…) La pareidolia permite explicar una respuesta instintiva a ciertas formas sugerentes, que en nuestra mente son transformadas en figuras reconocibles… En determinadas ocasiones y de acuerdo con los patrones visuales de cada época, estas formas sugerentes pudieron llevar a determinados pueblos a valorar como sagrados, ciertos lugares” (Bustamate Díaz).
Como diría Angel Ferrant, ”todo se parece a algo”.
En estas fotografías podréis ver lo que creáis ver o, lo que es lo mismo, lo que queráis ver.